
Cataleya Cruz | 155 centímetros de placer paraguayo
Kadarius Hopkins
3/30/20256 min read
DESEO. Entra, me saluda con un beso en la mejilla y de inmediato me percato de su buena imagen e higiene: rostro limpio y maquillado; labios pintados y de buen tamaño; aroma muy suave y agradable; outfit de dos piezas ajustadas que resaltan, presumen y exponen sus atributos latinos; 1.55m de estatura y piel bronceada… camina para dejar su bolsa —misma que no tocó hasta terminar el servicio— en la cama y el placer visual comienza al ver El Señor Culo que tiene y cómo lo mueve con cada paso que da en la habitación. El deseo sexual incrementa al ver que mi doll es muy fiel a sus fotos y su actitud es positiva, trae mucha energía.
EXCITACIÓN. Sin duda alguna, estoy ansioso por degustar de ella y no pierdo la oportunidad de hacerle saber lo mucho que me agradan sus atributos, le pido que me los modele y de inmediato comienza el contacto físico: mis manos acarician su cuerpo, desde su rostro hasta sus piernas; mi pelvis se frota contra su booty al ritmo de la música; mis labios rozan los suyos en cada beso: son muy suaves y de buen tamaño, los voy degustando poco a poco y con cada segundo, el juego de mandíbulas se intensifica hasta volverse sumamente placentero y duradero. Entre cada beso intercambiamos un par de palabras, y ocasionalmente volteo a mirar el espejo de la habitación para ver lo que estoy degustando, un body muy sabroso. Mi verga ha despertado.
Con cuidado le retiro el top y quedo fascinadazo con un par de boobs muy estéticas y sobre todo excitantes por ese bronceado tan marcado que sólo me invita a pasar mis manos por ellas: bien formaditas y duras al tacto, ¿Te gustan? Si claro, me encantan, respondo y sigo desnudándola, ahora bajo suavemente sus leggins y la vista es un recuerdo que aún tengo presente: un booty grande, proporcional a su cuerpo, de piel muy suave y bronceada que sólo lo hacer ver más delicioso. Ella sólo queda en un hilito negro y yo en bóxers con una erección a medio pulso, deseo continuar con los besos que a los diez minutos de este encuentro sus labios y los míos se conocen a detalle.
MESETA. Me acuesto en la cama, ella se acerca, toma mi verga, levanta mi prepucito —me cagas Sheinbaum— y comienza con una mamada al natural como debe ser, al principio lo hace lento pero en cuestión de segundos su técnica y velocidad mejoran considerablemente: es una delicia ver cómo su boquita resbala por mi verga una y otra vez, no es necesario pedir que lo lubrique, pues sus labios y lengua se encargan de ensalivar bien mi verga, calientita y ensalivada como me gusta que sólo provoca una plena erección que se mantiene cerca de diez minutos, tiempo que dura la estimulación oral donde lo más excitante es escuchar cómo jadea-en-repetidas-ocasiones, tan fuerte y tan rico que me excita demasiado, sobre todo cuando se la mete toda (por su propia iniciativa), completita, hasta que su boca toca mi pelvis y mi casco alemán llega a lo más profundo… ¿Te gusta amor? Si bebé, me encanta, respondo mientras mi cuello se estira como reacción al placer tan delicioso que me provocan sus talentos orales, le pido atención a mi balls y ella baja obedientemente a estimularlas con su lengua, hace maravillas y ahora sólo toca disfrutar del calor de su boca sobre mi verga: me mama el falo a todo lo que da y cuando siento que hiervo le pido bajar a mis balls, así una y otra vez, una secuencia su-ma-men-te ex-ci-tan-te que repetimos hasta el cansancio… decido ponerla acostada boca arriba y entones acerco mi verga a su boca para continuar con el arte oral —que el de ella es perfecto—, introduzco mi verga en su boca y ella se aferra a ella, lo lubrica muy bien y la posición facilita que mi casco alemán experimente rincones más profundos, saco el falo y es turno de consentir a mis balls. Nuevamente esto se transforma una segunda secuencia, con más placer y excitación que la primera. Cuando quedo satisfecho, ambos nos reincorporamos en la cama, ella despeinada y riéndose, inocencia pura. Saliva por todos lados. Me encantas Cataleya.
Ella toma uno de los condones y pasamos a una vaquerita, se monta y rebota sobre mi pelvis por varios minutos, la tomo por la cintura y ahora sus movimientos son de arriba hacia abajo cada vez más pronunciados. Mantenemos contacto visual y nos besamos en varias ocasiones, mejor dicho muchas, me encanta estar dentro de ella y escuchar su respiración acelerada y tan cerca de mí; cada vez acerca más su cuerpo al mío, hasta quedar completamente arriba de mí y tomo el control del acto, la tomo por las piernas, la levanto y la penetro a mi ritmo: mis brazos y mi verga marcan el ritmo; sus labios me besan el rostro y el cuello, me encanta que lo haga mientras mi verga entra y sale de su cuca. Estos minutos se sintieron eternos. Delicious.
ORGASMO. Le pido cambiar a una vaquerita invertida y uff la vista es muy rica: ese booty muy sabroso se come mi verga morena a sentones, brinca muy rápido y lubrica todo de maravilla, después se apoya con sus piernas y sus cachetotes forman una cascada de placer con cada movimiento ¡Qué ricas nalgas tienes Cataleya! Retomamos la vaquerita normal y le pido que me bese, quiero sentir sus labios por mi cuello —me recuerda a Laurita Torres, muy besucona en el acto sexual— y rostro nuevamente; su boca caliente como todo mi cuerpo, permanecemos en esta posición, en el ángulo perfecto donde tengo el control y la penetro a mi gusto hasta que llego al clímax y termino dentro de ella. Quedé ex-ci-ta-dí-si-mo. “Ay mi amor cuánta leche”, expresa mi doll.
HALFTIME. Vamos a la regadera para un baño rápido, mis manos resbalan por su cuerpo lleno de shampoo, una delicia. Platicamos unos minutos y regresamos al emparrillado. Han transcurrido cerca de cuarenta y cinco minutos del servicio.
MESETA. Le pido el segundo drive y comienza a despertar mi verga con una mamada, misma técnica y misma velocidad que la primera vez, igual de placentero sentir resbalar sus labios por mi falo, no tengo que pedir que lo ensalive, ella se encarga de todo, “¿Te gusta amor?”. Cuando estoy en plena erección le pido colocarme él condón y pasar a un doggystye, era obvio que no podía faltar esta posición, sexualmente había sido complacido en el primer drive pero no quería perder la oportunidad de ponerla en cuatro…
Se empina muy bien y comienzo a penetrarla rápido desde un inicio, mi verga fascinada de estar dentro de ella: sale y entra una-y-otra-vez, mientras mis manos acarician esos cachetotes bronceados que aún están mi mente (y estarán por mucho tiempo); coloca sus manos en sus nalgas y las abre como invitando a una penetración anal —lastima que no lo ofrece en el servicio—, yo sólo disfruto del acto sexual y de la vista que es per-fec-ta.
ORGASMO. Ella pide que la folle más fuerte, pide y pide más, la tomo por la cintura y se la dejo ir como agua. Me encanta ver cómo rebota su booty contra mi pelvis, una sensación de placer que aumenta con cada movimiento más fuerte hasta que sólo escucho “Así, así papi…” y mi verga llega nuevamente al clímax y suelta chorros y chorros de esperma… ¡Qué-ricas-nalgas-tienes-amor!
SEE YOU. El servicio de Cataleya verdaderamente es una experiencia VIP. De entrada afirmo que físicamente está como en las fotos: atributos muy bien posicionados, rostro atractivo y candente con un par de labios muy ricos, cumple con lo que ofrece en su información y lo mejor del encuentro es su desempeño sexual y gusto por el oficio: llegó a la habitación con una actitud atenta, amable, y complaciente. Su presencia es muy agradable, muy risueña y muy simpática. Sin duda alguna, este tipo de servicios me incitan a continuar en el medio. 100% recomendada.
Doll: Cataleya Cruz
Fecha: marzo 2025
Perfil: clic aquí
Twitter: @cataleyabbb
Contacto: 5510464085
Arancel: $3,500
Extras: no maneja
Lugar: V Motel Boutique
Actitud: 10
Imagen: 10
Puntualidad: 9
Cuerpo: 9
Oral: 10
Higiene: 10

